lunes, 15 de febrero de 2016

La apuesta por la regulación de la explotación animal sigue avante

El mundo es vegano si tú lo quieres así. Si lo quieres lograr, lo haces y lo haces ahora. Si crees en la justicia, si crees en la equidad, si crees que está mal explotar a los vulnerables, entonces sólo decide hacerlo. No necesitas otra cosa más que tú voluntad…”
Prof. Gary Francione (el enfoque abolicionista)

De acuerdo con datos de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), México ocupa el primer lugar a nivel mundial en el consumo de huevo, con 21.9 kilogramos de ingesta per cápita. A su vez, se producen 108 millones de cajas de huevo al año en nuestro país. El grueso de esta producción se obtiene del uso de jaulas intensivas en las que millones de gallinas pasan toda su vida confinadas en esclavitud. De esta forma, el huevo forma parte preponderante de la dieta de los mexicanos pese a que es del todo innecesario en términos alimentarios y perjudicial para la salud.

En julio de 2014, la Sociedad Humanitaria Internacional (HSI por sus siglas en inglés) lanzó un campaña llamada “Déjalas mover” para prohibir el cruel confinamiento intensivo de las gallinas y cerdas en Latinoamérica.[1] La campaña señala que es “inhumano” que los “animales de producción” apenas puedan moverse en sus vidas y que al firmar la petición los ciudadanos demuestran su “apoyo hacia estos animales”. Es así como las grandes organizaciones detrás de la apuesta por la happy exploitation (explotación feliz) de los animales, han llegado a México.





La HSI se jacta de que las jaulas intensivas son inhumanas por lo que deberían prohibirse pero omite mencionar que no existe forma humanitaria de esclavizar, mutilar, violar y matar a un animal, con jaula o sin ella.  La HSI tampoco dice que el único apoyo real que podemos dar a los animales es el rechazo total a ser participes de su explotación y el oponernos a ser voceros de una explotación “menos cruel”. Ningún animal puede ser considerado como “de producción”, “de granja”, “de laboratorio” o “de zoológico”, aunque bien acomode a la difusión de un discurso demagogo. Los individuos no humanos, como nosotros, también valoran sus vidas. Un valor que la HSI y los lobbies detrás de ella, se empeñan en ocultar.

Esta distorsión aberrante de la lucha por la defensa de los animales lleva años cosechando victorias a nivel internacional. Es pertinente recordar que fue en 2005 cuando Peter Singer envió una carta firmada por los grandes grupos que se dicen “defensores de los animales”[2] a la cadena de supermercados Whole Foods. En la carta, Singer expresó al supermercado su agradecimiento y apoyo por su “programa vanguardista” de explotación feliz de animales.[3] A su vez, en enero de 2008, la HSI felicitó a la Comisión Europea por refrendar la prohibición del uso de jaulas intensivas para el año 2012, la cual había sido propuesta desde 1999.

A propósito de esta prohibición europea, la reconocida organización PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), sostuvo que este tipo de medidas constituyen una “victoria para las gallinas”. Pero, ¿qué clase de victoria implica la transgresión de los derechos primarios, la vida y la libertad?... Exigir ciertas condiciones para el asesinato de alguien es otra forma de decir que el problema no radica en utilizar a alguien para nuestros fines, sino en la forma en que le tratemos. Estas medidas que regulan y legitiman el abuso hacia los animales sólo refuerzan la idea, como lo sostiene Gary Francione, de que la explotación feliz es más deseable o correcta, y de que los animales no son más que insumos de producción.

La campaña propuesta por HSI para Latinoamérica, “Déjalas Mover”, no hace más que replicar una fórmula que ya tuvo éxito en otras latitudes. La gerente de proyectos de HSI, Sabina García Hernández, sostiene que su organización ha logrado que la gente sepa qué es lo que sucede “con los animales de producción”.[4] Sin embargo, todo lo que el público mexicano obtiene es desinformación. Una defensa real de los intereses de los animales no se trata de exigir mejoras sobre las condiciones en que son esclavizados y asesinados. Por el contrario, educar al público en México incluye derrumbar la anquilosada idea de que necesitamos consumir productos de origen animal para llevar una dieta saludable y de que los animales son objetos inanimados que carecen de la capacidad para sufrir y sentir dolor.

Este tipo de problemáticas no están prontas a ser superadas y son parte de todo tipo de sociedades, más o menos “civilizadas”. Una reciente investigación difundida en enero de 2016 por la organización PEA (Para la Igualdad Animal) en Suiza es una muestra de lo anterior. La campaña muestra los horrores que sufren las gallinas criadas en condiciones consideradas como “humanitarias” y comunica un mensaje  bastante desafortunado al público.[5] Después de constatar la ignominia que representa la cría de gallinas bajo los “más altos estándares”, PEA exige:
  • Que a la empresa productora se le quite la “certificación humanitaria”
  • Que se hagan revisiones periódicas transparentes para que los ciudadanos sepan qué es lo que están comprando




Parece entonces que nos ocupamos de exigir el cumplimiento de una certificación o la prohibición de una jaula para que el público se convenza de que su consumo es “ético”, cuando nada está más alejado de la realidad. Si aquellos a cargo de la producción deben abandonar una práctica con tal de seguir en el mercado, lo harán sin duda.  Veremos pasar interminables métodos y técnicas para hacer creer al público que una muerte es humanitaria. Sin embargo, no existe certificación ética que nos permita matar a otro individuo sólo porque nos gusta cómo sabe o porque es lo que nos han enseñado a hacer toda la vida.




[2] Entre otros: Animal Rights International, Compassion Over Killing (COK), Farm Sanctuary, Humane Society of the United States (HSUS), People for the Ethical Treatment of Animals (PeTA), Mercy for Animals, Vegan Outreach, Viva!USA.
[3] Esta carta y otras consideraciones respecto de la explotación bienestarista que promueve Peter Singer se pueden consultar aquí: http://www.abolitionistapproach.com/mcdonalds-cage-free-eggs-peter-mcsinger-and-the-mcanimal-movement/#.Vr1cApPhBmA
[4] Lira, Ivette. “En México crece el NO a huevos de gallinas confinadas; más de 20 empresas de unen”, Sin Embargo.mx, 3 de febrero de 2016. Disponible en: http://www.sinembargo.mx/03-02-2016/1611196
[5] Puede consultarse la compaña aquí: https://pollosvizzero.ch/

La nueva estrategia del bienestarismo (Emisión de Go Vegan Radio y Gary Francione)

Traducción (no autorizada) de las emisiones del 1º y 8 de noviembre, 2015, del programa de radio Go Vegan Radio, conducido por Bob Linden y transmitido por la Genesis Communications Network.

Links a las emisiones:

Segmento: Comentario sobre los derechos animales del Profesor Gary Francione
Contexto: Día mundial del veganismo
Temática: La nueva estrategia para promover la regulación de la explotación animal por parte de organizaciones neobienestaristas

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Gary Francione: La Sociedad Vegana (Vegan Society) no es lo que era antes, lo que es desafortunado, no es lo que Donald Watson creó en 1944. Abandonó la idea del veganismo como una base moral, creo que Donald estaría decepcionado. Necesitamos un movimiento vegano, no lo tenemos.
La ultima face del neobienestarismo es decirle a la gente que promover la regulación y todo eso, es efectivo, y que nosotros (los abolicionistas) podemos tener la razón sobre el debate moral. Los bienestaristas dicen ahora que los abolicionistas podemos tener la razón sobre la parte moral pero que no importa porque ellos tienen la estrategia efectiva, entonces “no importa que estés bien, nosotros somos efectivos…”

Y tienes a estos grupos, como Faunalytics (antes llamado Humane Research Council), el Animal Charity Evaluator[1], el Humane League Lab, y seguramente habrá más el siguiente año, que sostienen que hacen “investigación independiente” que demuestra -sorpresa, sorpresa-, que la reforma bienestarista y la NO promoción del veganismo es lo que debemos hacer, estos estudios son una burla, un chiste.

Un colega mío en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, Dr. Casey Taft, que es un profesor de psiquiatría en esa universidad. Es uno de los expertos a nivel nacional en trauma, trauma psicológico, un reconocido investigador y académico. Y también es vegano. Él ha estado enfocado en este tipo de “estudios”, los está analizado y dice que no existe evidencia y explica por qué son un chiste. El ha publicado más de 100 trabajos, trabajos que han pasado por una revisión entre pares (peer review), incluso él lleva un journal que involucra revisión entre pares. Dr. Taft dice que no hay evidencia que haya sido evaluada por pares, que demuestre que la regulación sea el camino a seguir, o que promover el no veganismo lleve a la gente al veganismo, o que el reduccionismo lleve a la gente al veganismo o lo que sea.

Es realmente triste que hayamos llegado aquí. El movimiento bienestarista está tan terriblemente corrupto que ahora produce pseudociencia, de esa forma la llama Dr. Taft[2] y eso es lo que es, pseudociencia. Y al contrario de estos payasos, él si tiene herramientas de investigación y está haciendo un trabajo interesante para demostrar que se trata de pseudociencia. Estas organizaciones están tan corruptas que harán cualquier cosa para vender a los animales, que se comprometerán con pseudociencia. “EFECTIVO” es su nueva palabra. Ellos dicen que si persigues el reduccionismo esa es la estrategia efectiva, que hacia allá debemos ir todos.

Es preocupante, esta semana vi como Victoria Moran, locutora de Main Street Vegan (un podcast), una persona que he conocido por años, se sumó a esto, lo está promoviendo. Es decir, no me sorprende ver que Paul Shapiro[3], Nick Cooney[4] o Melanie Joy[5], lo hagan. Pero ver que otros compañeros también lo hacen, que digan que lo que debemos promover es la reducción del consumo de animales, pero lo peor es que sólo hablan de carne, no hablan de huevos y leche. El sinsentido del reduccionismo se basa sólo en la carne, hasta donde yo he visto.

No tenemos un movimiento vegano, tenemos un movimiento en el cual la gente animalista se opone al veganismo, lo destruye. Es asombroso. Necesitamos formar un movimiento, eso es lo que estamos haciendo desde abajo y está atrayendo a muchas personas. Desafortunadamente hay muchos que son una apuesta fácil para los grupos de culto, que van a creer lo que sea que les digan.

Estoy trabajando con Anna Charlton en una nueva publicación, un trabajo empírico, y justo estaba escribiendo sobre esto. Leí un estudio hoy del Humane League Lab, que es desalentador. Querían averiguar si la gente seria más receptiva a un mensaje bienestarista (animal welfare message), a uno sobre el medio ambiente, o a uno “purista”. Cuando lees una publicación “científica” que utiliza la palabra “purista” para describir a uno de los tres mensajes que va a examinar, eso te da una muestra de si los investigadores están o no sesgados.

Y lo que hicieron fue crear tres panfletos. Uno basado en literatura de Vegan Outreach y MFA (Mercy for Animals), i.e., bienestarista. Otro basado en la literatura abolicionista, “purista”. Y tenían otro sobre cuestiones ambientales. Se los dieron a la gente y les preguntaron si planeaban consumir menos productos animales en el siguiente mes. Concluyeron que el material bienestarista tenía la respuesta más grande, en segundo lugar el ambientalista y en tercer lugar el “purista”. Es improbable que alguien se tome ese estudio en serio. Ni siquiera fue publicado en un journal con revisión entre pares (peer reviewed), porque no pudieron hacerlo, es una porquería, es pseudociencia.

Bob Linden: Estos grupos de los que hablas han sido tan decepcionantes cuando nos vendieron que las jaulas enriquecidas (enriched battery cages) permitirían que las gallinas tuvieran un comportamiento natural, y que estaríamos prohibiendo a las jaulas simples (barren battery cages), y ahora tenemos que ser también escépticos de las investigaciones que producen porque para la gente una investigación es un hecho. El público no lee las publicaciones, ven una gráfica y se convierte en la verdad. Ahí están los puntos de alerta, tenemos que elevar el escrutinio.

Gary Francione: Debo decirte Bob, es deprimente por una parte, pero también es interesante por otra. El hecho de que ellos tengan que recurrir a este tipo de cosas demuestra que están perdiendo, que no pueden lidiar con el argumento moral. Si les dices, “Mira, tu argumento no funciona, tu argumento en el contexto humano, es especista, tu argumento promueve la explotación animal”, “la reforma bienestarista no puede alcanzar un nivel alto por el hecho de que lo animales son propiedad, los estándares de cuidado siempre serán bajos”. Ellos no pueden lidiar con esos argumentos entonces lo que están diciendo es: “Cierto, sólo queremos ser efectivos”.

Bob Linden: Y ¿efectivos en qué? Ellos sostienen que su enfoque salve a millones de animales.

Gary Francione: Absolutamente. Ya he mencionado que escuché a Nick Cooney, apoyado por Bruce Friedrich , en la Conferencia anual de los “derechos animales” (AR Anual Conference) en 2013, y Nick dijo que este estudio, un estudio revisado por pares, demostró algo que en realidad ese estudio no demostró, pero lo estaba haciendo un total mal uso de él. Dijo que el consumo de los animales había incrementado pero no lo hizo tan rápidamente como se esperaba respecto de los cerdos y las gallinas, no pasó lo mismo con las vacas. Y que al momento de las mediciones había campañas bienestaristas y que estas campañas pudieron haber tenido un efecto sobre los resultados…  Claro, seguramente fueron las camparás, el clima, la economía.. y hasta Go Vegan Radio de Bob Linden… Pero Cooney dice que las campañas bienestaristas salvan millones de animales, lo cual es completamente un sinsentido.

Pero ahora ni siquiera están intentando hacer mal uso de publicaciones que pasan por una revisión entre pares, lo que están haciendo es crear sus propias “investigaciones” que son una basura. Y quieren convencer a la gente que la reformas bienestaristas y las campañas monotemáticas, y promover cualquier cosa que no sea el veganismo, llevarán a la gente al veganismo. Es indignante. Pero esto indica que si no estuvieran desesperados, no estarían haciendo estas cosas. Si el movimiento abolicionista comunitario, desde abajo, no representara un desafío real, ellos no estarían haciendo esto. ¿Para quién están haciendo esto? No lo están haciendo para el público en general. Esta pseudociencia, esta basura, no es para el público en general. No están intentando convencer al público sobre su metodología y sus campañas. Están usando esto para intentar convencer a la gente animalista sobre el poder de su método.

Bob Linden: Lo hacen para su base de donantes. Y veamos a los lunes sin carne (meat free Mondays), es la campaña reduccionista más grande, y la industria de los huevos la agradece, les dio las ventas de huevos más altas en 30 años.




[1] Consulta el sitio web del Animal Charity Evaluator, organización que también recomienda a Igualdad Animal y a Mercy for Animals para hacer donaciones: http://www.animalcharityevaluators.org/recommendations/top-charities/animal-equality/
[2] Consulta la publicación de Dr. Taft: http://veganpublishers.com/pseudoscience/
[3] Vicepresidente de “Protección a los animales de granja” en la Humane Society of the United States (Sociedad humanitaria de los Estados Unidos). Fundador de Compasion Over Killing (COK).
[4] Director de educación en Mercy for Animals, fundador de The Humane League.
[5] Psicóloga social, autora de Why We Love Dogs, Eat Pigs, and Wear Cows